miércoles, 13 de abril de 2016

VIAJE RELAMPAGO.... Un viaje al pasado.... ( mi regalo para ustedes pequeñajos, por aquello del día del hermano mayor....)

VIAJE RELÁMPAGO

DIA 1
… por esas cosas de la vida, hube de volver sobre mis pasos… volver a enfrentarme con el pasado, un pasado que trajo abundante lluvia a mi corazón… mientras esperábamos a que el pájaro de acero se dignara volver su vista hacia nosotras sentía una emoción lacerante… estaba ahí con mi hermana, después de unos 23 años volvíamos a hacer un viaje juntas, era la primera llamada… pensé en cómo habían pasado los años, cuántos años desde aquél viaje a Mazatlán cuándo estábamos solteras y éramos unas mozuelas… platicamos de muchas cosas y bueno te das cuenta que de las hermanas nunca dejas de ser hermana, hay lazos que jamás se rompen, eso era seguro… abordamos al pájaro de acero que nos llevaría al pasado, un pasado más presente que nunca, el abuelo se había ido… sentía un gran desasosiego, nos encontraríamos con nuestra otra hermana a la que hacía dos años que no veíamos y eso nos emocionaba, conoceríamos su casa y volveríamos a ver a su pequeña y a su compañero de viaje… el pensar en ello hacía que la lluvia que caía sobre mi corazón amainara… por la otra parte, habríamos de visitar a la abuela, un lazo invisible que nos une a mamá… si el lazo con las hermanas es fuerte con el de la madre es eterno, va más allá de la vida, más allá de la muerte, y la abuela era parte de ese lazo, a través de ella mamá vive, todo en ella me la recuerda…  el abuelo había ido a reunirse con sus antepasados y no habíamos podido decirle adiós, ahora era el momento… él ya no estaba pero estoy segura de que se habría puesto contento de saber que visitamos a la abuela y más feliz se hubiera puesto de haber sabido que escribí algo para él llamándole Abuelo… así era él, hacía mucha fiesta cuando me escuchaba decirle abuelo… pero como te decía él ya no está más y no se dará cuenta de si fuimos o no, pero ella si y aún contamos con sus bendiciones, tal y como mamá lo hacía… después de una hora y piquito de estar muy cerca de Diosito el gran pájaro de acero tocó tierra… descendimos y la lluvia en mi corazón seguía… el aeropuerto de Cd. Juárez es pequeño a comparación del que tenemos en el ombligo del mundo, así es que sin más ni más recogimos el equipaje que habíamos etiquetado… su identificación… ¿le vale mi credencial de elector?... si… pásele… y pasamos, habíamos llegado a la frontera, acá las cosas se manejan de manera distinta, porque ha de saber usté que en mi México podemos ir y venir por donde queramos sin tener que sacar ningún papel, claro a menos que haya algún retén en carretera, en los puertos o en las fronteras, de ahí en más gozamos de completa libertad… seguimos el pasillo que nos conducía a la salida… ¿habrán llegado?... quién sabe, llegamos antes de tiempo… bueno pues a buscar un lugar para esperarla… y de pronto vimos a la pequeña estrellita corriendo hacia nosotras con sus bracitos abiertos de par en par… ¡tías, tías!... ¡mira nomás que grandotota estás!!!... la pequeña estrellita estaba convertida en una niña de cinco años, con su pelito de sirenita y sus ojitos llenos de luz… nos abrazamos todas muy contentas, ya sabes, haciendo bolita… unas a otras nos preguntábamos… ¿cómo les fue? ¿no batallaron?... ¿a qué hora llegaste?... ¿y tu marido?... en fin, no dábamos abasto para tanta pregunta… bueno vámonos, si vámonos… aquí hay que pagar el estacionamiento antes y tenemos 15 minutos para salir, si no, nos vuelven a cobrar… ¡joder!... rápidamente enfilamos hacia donde la Cuki había dejado el carro… era un estacionamiento pequeño, te vuelvo a decir, como el ombligo del mundo, no hay dos…
habíamos acordado no decirle a la Abue que llegaríamos, queríamos que fuera sorpresa, un día antes había cumplido años… mejor avísenle cuando estén cerca, no va a ser que con la sorpresa… me decía una compañera de trullo sin terminar la frase… si, es cierto, no vaya a ser que queriéndole dar una sorpresa, salgamos sorprendidas ¿verdad?... pero no, no lo hicimos aún y con la advertencia quisimos jugárnosla, pensamos que a lo mejor de vernos, si estaba triste, se animaba… la lic había hecho planes y tenía el itinerario que seguiríamos en la visita relámpago… bueno este es el plan, vamos, vemos a la Abue y luego nos vamos a cenar… ¿es ese el Puente Al Revés?... no, no es ese, es otro que está más para allá, pero igualito a este, ¿qué te imaginas que es el Puente al Revés?... me preguntaba divertida mi hermana… no pus pienso que en lugar de estar pa'rriba está pa'bajo o algo por el estilo… no, le llaman así porque se dice que este puente estaba planeado ponerlo de norte a sur y al final vino saliendo de oriente a poniente… nos reímos con la explicación… ah, como es la raza ¿verdá? De toditito se dá cuenta… la pequeña estrellita había puesto sol en mi corazón era como si hubiese puesto un arcoiris multicolor, pero la lluvia seguía… llovía en mi corazón… comencé a ver el camino y aunque no reconocí totalmente inmediatamente vinieron a mi mente los recuerdos de aquella vez que habíamos llevado a mamá y que llegamos remolcados a altas horas de la noche… ¿cómo no iba a llover en el corazón con todos esos recuerdos agolpados en mi mente?... llegamos a la Blas Pascal y ahí no nada más me acordé de mamá, de esa última vez, sino de también del Abuelo que con su voz de trueno y sus caminados a mil por hora andaba de un lado pal otro esa vez de la remolcada… traíamos al vecindario en vilo… sentí un vacío conforme nos acercábamos a la casita aquella… a ver si las reconoce… decía la Cuki, nosotras nos reíamos… ay, tiene rezo… ¡joder!... toc, toc, toc… abrió la puerta una ancianita de carita agradable que reconoció de rapidín a la Cuki… ¡buenas tardes!... buenas tardes, dijo la Abue con cara de pocos amigos, mientras el hijo de la abuela que pasó a ser hermano de mi madre y por tanto nuestro tío, se hacía presente… me paré frente a ella… seguía en la luna… ¿no me reconoce?... le dije riéndome… ¡ay, si eres tú! No te reconocía… me dijo mientras se paraba y yo pensaba ya me dí cuenta…  mire abue también vino la gorda… bueno a estas alturas la exgorda… se levantó y nos abrazó con alegría, le había dado gusto vernos… no esperaba que vinieran… ¿a que hora llegaron?... venimos del aeropuerto… vamos a rezar el rosario…  decía la abuela con sus ojitos llenos de chispa… mientras hacía las presentaciones de rigor con las ancianitas que la acompañaban… son mis nietas, las hijas de Coco, vienen del ombligo del mundo… y las viejecitas como buenas urracas decían al mismo tiempo… ay, que lejos… ay, si son igualitas a Coquito… ¿conocían a mi mamá?... uy si, cómo no… ay, si como se parecen… tú, tú estás igualita a Coquito… me decía una de ellas… ay ‘ñora pus dicen que la que se parece mucho a ella es la exgorda… mire usté por donde me fui a enterar que me parecía a mamá, el mundo entero dice que soy la cara de mi padre… no, no, tú si estás igualitita a ella, ella también se parece, pero no tú, tú estás igualita… volvía decir emocionada… me cae que decía eso porque a mi me había tocao bola negra en eso del rosario y apolingué rezándolo completitito sin pararme ni un momentitito… no si eso del rezo le da a uno ritihartos puntos con las ancianitas ¿verdá?... mientras rezaba de vez en vez volteaba a ver la foto del abuelo, estaba ahí con su traje y su corbata de moñito, su pelo bien peinao y su mirada juguetona, la foto había captado su espíritu, así era él, alegre, parlanchín y muy catrín… luego cuando veía las cositas de la casa de la abuelita recordaba a mamá, de esa última vez que habíamos estado ahí, hacía más de 10 años y en mi corazón volvía a llover…terminado el rezo en honor al Abuelito nos fuimos a tomar un café, bueno las señoras, nosotras habíamos comido en el vuelo y por si fuera poco teníamos planes… así es que solo las acompañamos… después de un buen llegó la hora de despedirnos… .¿cómo, no se van a quedar aquí?... errr… tragamos saliva… esque la Cuki ya nos tiene todo listo en su casa Abue… ¿ya las vas a acaparar?... le dijo la Abue en tono de reclamo… acuérdese que cuando venía mamá ella se quedaba aquí con usté y yo no me enojaba, ahora me toca a mí… le dijo la Cuki abrazándola… y nos acomodamos… si Abue, mañana volvemos a venir y rezamos el Rosario con usté y cenamos también… le dijimos conciliadoramente… ustedes vinieron a todo menos a rezar el rosario y fue lo que les tocó ¿verdad?... dijo la abuela, chingao, esta ‘ñora no ha perdido el don del regaño… nos carcajeamos y así fue como nos despedimos… llegamos a comprar la cena era un restaurante de esos en donde venden carne asada, habíamos decidido cenar en casa, en familia… nomás llegandito nos pudimos dar cuenta de la diferencia que hay entre la gente de la frontera y la gente de por estos lares… la mayoría va de paso por esas ciudades, supongo que llevan la esperanza de pasar pal otro lado y el por eso de las diferencias… a la pequeña estrellita le urgía que llegásemos a su casa… voy a enseñarles mis juguetes… les voy a compartir mi cuarto.. decía con su carita llena de luz, de esa luz inocente que los pequeños tienen y que los hace tan maravillosos… llegamos a la casa de la Cuki y cenamos en familia, estábamos contentos, yo me sentía feliz por todo lo que había encontrado en esa ciudad a la que nunca habría vuelto si no fuera porque ahí está mi hermana y la abuela… después de terminada la cena, platicamos largo rato en la habitación que nos daría cobijo en esa noche… la estrellita estaba feliz de que sus tías estuvieran ahí con ella, no se cansaba de enseñarnos sus juguetitos que para mi sorpresa muchos eran minis, así es que era mi mero mole y no me cansaba de verlos… ¡yo me duermo con mis tías!!!... y ahí se quedó dormidita con su carita de angelito y su pelo de sirenita… nosotras seguíamos platicando… ¿vamos al Paso mañana?... .!si, si!... entonces hay que levantarnos temprano para agarrarle tiempo al tiempo… ¡hecho!!!... buenas noches… y torcí el pico…

DIA 2
… durante la noche había llovido y el frío era congelante a pesar de la calefa, como le decía la estrellita a la calefacción… nos amaneció temprano, nos acicalamos, desayunamos y esperamos a que la Cuki regresara de la escuela de la pequeña estrellita, que a pesar del grado de temperatura, ella había ido a clases, allá en esa ciudad olvidada el trajinar del día no se detiene por el clima, todo sigue su curso…. Así es que con dólares en mano salimos rumbo al Paso, Texas, el compañero de viaje de la Cuki que pasó a ser nuestro cuñao nos llevaría hasta el puente… prepárense porque vamos a pasar el puente caminando… no te preocupes venimos dispuestas a todo… mientras avanzábamos en las carretera que nos llevaría al Paso, Tx. Veía a través del cristal y divisaba los cerros totalmente nevados… ¡mira están nevados!... estaban a una distancia que bien podía tocarlos con la mano… ¡que bonito se vé todo aquello!... eso ya es el Paso, TX… ¿cómo qué no es México?... no, es el Paso… ¡joder! Porqué nomás allá se vé todo bonito… me preguntaba pa' mis adentros… llegamos al puente y comenzamos a caminar… el frío traspasaba mi saco cubretodo, era como si trajera un simple pulóver, en pocas palabras mi saco cubretodo allá valió madre… sentía cristalizadas mis orejas y un oído comenzó a doler por el frío, pero ni vaya usté a creer que aminoraba el paso, no ‘iñor le metía más caña a la caminata, digo habíamos de calentar motores, íbamos al Paso, TX. No íbamos a hacer quedar mal a los paisanos ¿verdá? Mucho menos a los regios ¡joder! Y mi bocota que el día anterior había dicho que ni hacía frío… tuve que tragarme una por una mis palabras, el frío de aquellos lares estaba cabrón... si les preguntan, ustedes digan que van de compras… ¿por qué?... porque ustedes se ven distintas a la gente de aquí y las van a desconocer… ¡joder! No le atina uno, si vas tirando balas porque vas tirando balas y si vas chimoltrufia, porque vas chimoltrufia… en fin, no había nada que temer, llevábamos billetes verdes suficientes pa'comprar medio Paso ó Paso y medio ¡who knows!… no hubo necesidad de hacer alarde de la dolariza, pasamos sin problemas, no si te digo, de que nos vemos gente de bien, pus ni dudarlo… ¿esto es el Paso?... ¡pero si parece un rancho medio grande!... ¡joder!... en la vida había yo cruzado el puente… se veía jodidona la cosa… había mucha gente, todos en lo suyo y si la Cuki tenía razón, había diferencia pensé que la mayoría de la gente que pasaba era porque trabajaban allá y no iban de visita como nosotras, digo de turistas nanay… comenzamos a ver tiendecitas de cositas por todos lados, nuestro mero mole, comenzamos el peregrinaje y pronto se nos olvidó el frío congelante que se sentía… visitamos cientos de tiendecitas, todas tenían lo mismo pero queríamos disfrutar de ese día en el Paso, Tx. Además teníamos más de 23 años de no salir juntas… ¿quién podría detenernos?... mi amado Malagueño y mi adorado Aguilucho a mil y piquito kilómetros de distancia, los críos de la gorda y su compañero de viaje también, el Paso, Tx era pa'nosotras solitas no liaunque que pareciera un rancho grande… tomamos algunas fotos digo había que estar a tono, al final de la avenida se divisaban grandes edificios, ahí estaba la West Fargo o algo por el estilo, si, esa que era muy famosa en las pelis de vaqueros… entre fotos y tiendecitas, y sin saber cómo ni cuando llegó la hora en que la Cuki debería de recoger a la pequeña estrellita… ¿a qué hora las recojo?... a las 5:45, ahí a la salida del puente… mmm, estás segura?... si… bueno, nomás tomen en cuenta de que aquí a las 6 ya es de noche… ah, caray, no me había percatao de eso… ‘ntons a las 5… bueno a las 5 ahí en el puente… y nos despedimos… nosotras le seguimos de tienda en tienda, no hubo una sola que no viéramos y entráramos… la dolariza empezó a mermar el bolsillo… negros nubarrones presagiaban tormenta y el frío congelante amenazaba por cristalizarnos por completo pero ni así aflojábamos el paso al contrario me cae que ese frío nos hacía que buscáramos tiendas y más tiendas… ya muy tarde decidimos pasarnos a comer algo y también pa' usar los toiletes que pa'ese entonces era urgente… ahí en esas calles de Dios no podías encontrar ni un solo tuale… si mi querida amiga en los Yunaired también pasa lo mismo que en nuestro amado México, ni ‘onde ponerlas y yo con la clortalidona en mi sangre, así es que ya sabrás de lo que escribo… encontramos el área de restaurantitos de comida rápida y quisimos ir a visitar también al Coronel Sanders no fuera a ser que se sintiera y mire usté sorpresa que me llevé… salimos comiendo los méndigos burritos de aquella inolvidable vez que regresábamos de Luisiana y que nos hicieron el regreso de cuadritos… quien diría, quién diría que un día volvería a comerlos… después de comer y vaciar las vejigas volvimos al ataque, ahora cargadas de bolsas y más bolsas, todas en un carrito llevado ex profeso… oye, y ‘ora pa'pasar el puente ¿cómo le hacemos?, me cai que nos van a detener… acomodamos todo de la mejor forma posible y resultó que ya no era un carrito, eran dos… ¡joder!... me cae que nos van a bajar del macho, más vale ir preparadas… casi llegaba la hora de regresarnos y enfilamos hacia el puente, el mismísimo que cruza el Río Bravo y divide a nuestro amado México de los Yunaired… a esa hora, igual que en la mañana venía mucha gente, supusimos que eran los compatriotas que tienen que trabajar del otro lao y que día con día se avientan el jale de pasar el puente… de ida pagamos una lana por pasarlo y de regreso lo mismo pero en dolarucos… veníamos muy quitadas de la pena caminando y caminando porque ha de saber usté que el dichoso puente es como de un kilómetro, para nuestra buena fortuna el aire ya no estaba tan fuerte y eso hacía que el frío no se sintiera tan inclemente como esa mañana… ahí está la aduana a ver cómo nos vá… supongo que me ví aplomada porque pasé sin ningún problema, mi carrito no levantó sospechas, de buenas, de otra forma tendría que haber pagao derechos por excederme en 4 dólares las compras del día que deben ser de máximo $50 dolarucos por piocha… dí tres pasos y volté la vista pa'ver ‘onde había quedao la exgorda y ahí estaba apalabrándose con el aduanal y comenzando a sacar las cosas del carrito… me reí pa'mis adentros con muchas ganas… el carrito lucía aparatoso con tanta bolsa pero nomás era el volumen de las almohaditas de un dólar que habíamos comprado al mayoreo… ja ja ja… buen chasco, si creiba que se desayunaba con nosotras, pus nomás no se pudo… no nos habíamos salido de la cuota estipulada… no si semos rete respetuosos, además que todo lo que había en el Paso, Tx. lo podíamos encontrar aquí en el Ombligo del Mundo, así es que ni caso que tenía cargar desde allá… lo bonito de haber ido fue darnos gusto viendo aquí y allá y disfrutar de la compañía… finalmente la exgorda pasó con todo y carrito y llegamos a la Estación de Tragafuegos en donde habíamos quedado de vernos… nomás llegandito al lao Mexicano el corazón se estrujó, había cientos de personas ahí paradas esperando a los que regresaban de allá… la vida que nos tocó vivir es una putada pensaba al tiempo que caminaba… a los pocos minutos pasó la Cuki con la estrellita a recogernos, era hora de rezar el rosario… ¡joder!... llegamos a la casa de la abuelita y volvimos a integrarnos al Rosario, volví a sentir que en mi corazón llovía abundantemente al ver cada cosa de esa casa, recordaba a mamá en esa transformación que se apoderaba de ella cuando estaba en la casa de la abuela y esbozaba una sonrisa mientras pensaba… ay mamá, si no se hubiera ido tan pronto, me cai que también nosotras abríamos tenido esa metamorfosis… el rezo terminó y volví a mi realidad… pasamos a cenar, la abuela se había esmerado y había mandado traer unos tamales deli deli… ay abue pa'que se molestaba… no mi’ja estas ‘ñoras han venido los 9 días al rezar… ja ja ja… miré usté y yo que creiba que la tamaliza era por nosotras… ja ja ja… supongo que así era pero la Abue con ese corazón de hierro que se carga y que la ha hecho fuerte para enfrentar las envestidas de la vida que le tocó vivir, pus nomás no podía darse el lujo de reconocer que eran pa'nosotras, no si la ‘ñora es de armas tomar… había llegado la hora de decir adiós…¿qué van a hacer mañana?... mañana nos vamos, pero antes pasamos de rápido a despedirnos… ¿no van a hacer nada?... mmm no… ¿por qué?... tu tía me invitó a comer por mi santo y me dijo que les dijera a ustedes también, ¿cómo ven?... nomás de verle sus ojitos llenos de esperanza no pude decir que no, sabes, los ojos lo dicen todo, tu boca podrá hablar pero los ojos son los que mandan y ella con su mirada me decía que fuéramos… si, si vamos… y cerramos la cita, al día siguiente a las 12:30… el pájaro de acero partiría a las 5:40 con o sin nosotros así es que tendríamos que acatar el reglamento… la prima que hace años fue sobrina y que ahora es mamá nos llevó a casa de la Cuki… esa noche nos amaneció en la plática, después de todo con la comida habíamos dicho adiós a la esperanza de volver a El Paso, TX. quialcabo que ni dólares traibamos ya… la pequeña estrellita esa noche volvió a su cama y se quedó dormidita tal vez soñando con un viaje a Disneyland gracias a los folletos que en mala hora se me había ocurrido llevarle, el paquetón que les dejé a sus padres… tía, ya tengo planes… decía con su carita sonriente… ¿qué planes tienes?... que vamos a ir a Disney todos juntos… tú, tú primero, luego mi tía la exgorda, después yo, luego mis primitos y al final mis papitos para que vigilen que nadie se salga de la línea… decía la pequeña estrellita con sus ojitos llenos de luz y una gran sonrisa… mira tía, primero vamos a ir aquí y después acá, y luego acá…¿qué habrá aquí?... seguía diciendo mientras señalaba con su dedito de pianista el mapa… si, mi pequeña estrellita, sueña, sueña mucho que los sueños de tanto soñarlos se vuelven realidad…

DIA 3
…Nos amaneció un día radiante, ni señas de los negros nubarrones que nos habían atosigado un día antes en el Paso, TX… desayunamos, platicamos y nos dispusimos a partir hacia el lugar acordado… con cuarenta minutos de retrazo, hijo’esu por cinco minutejos y la cosa terminaba mal… apareció la Abue seguida por su séquito formado por su hija, nietos, maridos, novias y bisnietos era un filononón amén de los que ahí aguardábamos ya, solo había faltado el hijo de la abuela que pasa a ser el hermano de mi madre y por lo tanto nuestro tío ¿por qué no iría? ¡who knows!… nos abrazamos los que no nos habíamos abrazado y pasamos al restaurante, disfrutamos de una buena mariscada… el lugar era agradable había una gran fuente a cuyo lado nos asignaron la mesa vestida de verde bandera, no pudieron haber escogido mejor lugar… comimos, platicamos y tomamos fotos… la hija de la abuela que pasó a ser la hermana de mamá y por lo tanto nuestra tía, desde que la recuerdo siempre tuvo tema de conversación, supongo que heredó la parlanchinería del abuelo, tenía plática para rato, le gusta viajar, tenemos algo en común, así es que ya sabrá usté de lo que escribo… y volví a darme cuenta de que nada me gusta más que viajar aunque sea a través de los ojos de otros… el tiempo pasó volando y llegó la hora de la despedida… la abuelita volvió a escudarse en su caparazón de mujer fuerte y de hierro, pero sus ojos la delataron y supe de sus sentimientos más secretos y mejor guardados, ojalá y no los hubiera guardado tanto… ahora eso era suficiente… parecía decir… ojos que te vieron ir quien sabe si te verán volver… uy uy uy cómo duele esa frase… entre abrazos nos dijimos adiós, esperando volver a vernos algún día no muy lejano… partimos hacia el aeropuerto y ahí nos llegó la hora de la despedida… pasamos la aduana y a la exgorda con la jumbo maleta que traía la volvieron a revisar… ja ja ja… ah, como hicieron bulto esos 50 dolarucos… llegó la hora de ponernos el caparazón de mujeres fuertes y decir adiós… un nudo se hizo en mi garganta mientras en mi corazón llovía, llovía con gran fuerza… la pequeña estrellita estaba quieta y sus ojitos llenos de luz no sonreían… pórtate bien pequeña estrellita de ojitos vivarachos y pelito de sirena, y nunca dejes de soñar!!!... el pájaro de acero levantó el vuelo y poco a poco dejamos atrás a esa ciudad que nunca debió haber existido… el Abuelo me había dado ese último regalo… volver a ver a mi hermana, a la pequeña estrellita de ojos vivarachos y pelito de sirena, a la Abuelita y por sobre todo volver a vivir como si fuera ayer esa metamorfosis que mamá sufría cuando estaba con la abuela… ese había sido su regalo, su gran regalo… ¡va por ti Abuelo, donde quiera que te encuentres!!!

Enero 30, 2007

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