La Cafetería 1800
General Cepeda, Coah.
…. El
buen fin había llegado, hicimos maletas y con la mira puesta emprendimos el
camino, la niebla y el agüita de rocío que caía esa mañana no nos detuvieron…
la Silverada volvió a rugir… bajando todos los santos del cielo como diría doña
Socorrito emprendimos el camino, el cielo lejos de ser azul, nublao estaba…
carros por todos lados, parecía que a todo mundo se le había ocurrido salir a
esa hora… en fín, que le íbamos a hacer, seguimos de frente… esta vez el camino
era corto pero sinuoso y con alturas insospechadas… poco a poco fuimos
avanzando en aquella selva de concreto y serpientes de hierro hasta salir a
carretera abierta…. Mire usté que justo en el entronque a García sacamos un
arsenal de taquitos y refrescos… ahhh… mmm…. La gloria…. Pasamos las
instalaciones de la Fuerza Civil, estaban entre brumas, el vigía imposible
vigilara, claro a menos que trajera infrarrojos… ahhh que ricos taquitos
acompañados de piquines añejos… el cielo estaba gris y la niebla cada vez más
espesa… ay nanita…. Entre cada chomp chomp le pedía al Dios de mis ancestros
que nos cuidara… y así nos fuimos adentrando hasta estar en la mera sierra… la
niebla daba poca visibilidad pero no llovía así es que era un punto a favor….
Pasamos la capillita de antaño, si esa con la que sabrá Dios quien acabó … ahhh
venía la bajada…. Y así entre chomps chomps llegamos al valle y nomás
divisandito todo aquello supimos que el tiempo nos favorecería… que bien… tomaremos
la libre y según se vea llegaremos a General Cepeda… teníamos buenas
referencias del pueblito y queríamos conocerlo… y si, mire usté, el clima fue
benévolo y justo llegamos al entronque lo tomamos, íbamos decididos a todo….
Llegaríamos a General Cepeda…. Ah, está a 20 kilómetros del entronque… no está
retirado…. El silencio y la soledad del desierto nos envolvieron, la carretera
era todititita pa’ la Silverada, ahí no había perro que ladrara, nomás sus
chicharrones tronaban… y seguimos de frente… pasamos la autopista, recién
recarpeteada se miraba desde las alturas y mire usté que de ahí pa’lante fue de
subidita… y unos cuatro kilómetros antes de llegar a nuestro destino comenzaron
a aparecer unas curvas en L…. Ay cabrón, Bájale, bájale estamos en alto y
subiendo…. Podíamos ver las nubes y el valle, no puedo decir que arboledas
porque no había, pero era una vista bonita, bronca, haga usté de cuenta entre
el sabor de un puro y un café amargo, asi de disfrutable… y así poco a poco
llegamos al pueblito y lo encontramos semidormido y cubierto de polvo y olvido… la avenida principal nos guió pueblo adentro
y nomás no veíamos la plaza principal por ningún lado…. Buenos días tenga su
mercé, ¿’onde queda el centro?.... pus
aquí es el centro…. ¿what?... no veíamos claro… si, ‘on t’a la iglesia o la
presidencia?.... ah, pos ansina si, déle la vuelta a la manzana y ahí alueguito
está la plaza y la iglesia… ah, pos muchas gracias!... hicimos como la buena
mujer nos dijo y si, ahí estaba el zócalo también cubierto de polvo y olvido y
a medio despertar…. A lo lejos una banda de guerra sonaba y una gritería de
niñetes de alguna escuela del lugar se escuchaban…. Ahhh aquí está la iglesia…
mmmm que bonita…. Visitémosla…. Y
entramos… ahhh austera pero bonita, de estilo barroco, según los díceres fué construída a
finales del Siglo XIX, vaya usté a saber si es cierto, pero bueno ahí estaba la
Iglesia de San Francisco de Asis y nosotros la habíamos visitado, satisfechos
salimos y ya sabe tomamos algunas fotos y seguimos nuestro paseo… en la placita
había un kiosko y muchos árboles, un puestecito con una señora con gallito
incluido atendiendo la vendimia y platicando con otra muy agustito, nosotros
nos dirigimos hacia la Presidencia, queríamos ver qué pues con la carretera, la
verdad es que le zacateábamos a irnos por la General Cepeda – Parras… buenos
días mi jefe… buenos días… no, pus nomás queríamos preguntarle, sabe usté si
venden artesanías por aquí?... cómo de cuales?... pus de barro o de las que se
hacen por acá…. No pus no hay… parece que ahí en la esquina venden… nunca
entendí por qué preguntaba que de cuáles, si ni vendían…. Ah raza como es…. ahhh…
oiga mi jefe y nos habían dicho de un molino de trigo muy antiguo… ah caray,
pus quen sabe, mmmm ah, si, allá con Don Tremebundo tienen uno por si queren ir
a velo… uta madre nos hablaba como si nosotros supiéramos quién era Don Treme y
en donde vivía… joder… ah, oiga mi jefe y cómo le hacemos pa’llegar anca don
Tremis… no, pus nomás váyanse por la carretera y ahí van a ver su casa… no pus
si, con esas señas claro que llegamos…. Oiga mi jefe, y ya por último, nos
recomienda irnos por la carretera General Cepeda – Parras o nos regresamos por
‘onde vinimos… ahh, ni le busquen, mejor regrésense por ‘onde vinieron, por acá
hay hartos pozos y harta curva… bueno pos hartas gracias!... vimos un busto al
General Cepeda fundador del pueblo , bueno quen sabe si haya sido fundador,
pero el pueblo lleva el nombre en su honor y nos cuadramos, ya sabe usté, el
respeto… a lo lejos la banda seguí tocando… y al son de los tambores, nos dirigimos hacia los arcos, justo al lado
de la iglesia de San Francisco están los antiguos arcos del Tianguis enmarcando
un restaurantito que por fuera no daba para más, pero mire usté que nomás entrandito
lo enamora y lo hace querer tomarse un chocolatito ahí… era como una tiendita
de 1800 o más atrás… piso de duela, paredes de adobe y techo de vigas, una luz
pitañosa le daba más antigüedá… un mostrador de película de Pedro Infante… todo
evocaba al pasado, hasta escobetillas de ixtle vendían… ahhh ese lugarcito
valió la pena la visita a General Cepeda…. Como la tripa iba rellena de
taquitos no pudimos banquetearnos en tan bello lugar, y decidimos guardarlo pa’
mejor ocasión…. General Cepeda nos esperará pa’la próxima…. Y emprendimos el
camino de regreso…. Pero antes quisimos pasarnos al mercado…. ¿disculpe, ‘on tà
el mercado?.... aquí derecho… nos dijo una señora que en actitud sospechosa
platicaba con un ‘ñor…. Creo que interrumpimos un romance prohibido…. Y
seguimos de frente pero pus nomás no dimos con el mercado, me cae que era un
puestecito que vimos a lo lejos pero pus que nomás no invitaba a nada… nos
habían dicho que los lugareños eran muy amables y si, así es la gente de
General Cepeda… dimos por terminado el paseo y tomamos el camino de regreso y así dijimos
hasta pronto a General Cepeda…
noviembre
16, 2012
Sonia Cisneros
Iglesia de San Francisco de Asís
Arcos o Portales del Antiguo Tianguis
Kiosko en la Plaza Principal
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